Las empresas se hacen estas preguntas todos los días y buscan respuestas en varios lugares.
En lugar de mirar procesos, listas de verificación o metodologías específicas, hablemos de qué están hechas las organizaciones y los equipos: personas.
Si queremos tener grandes organizaciones, necesitamos tener equipos prósperos. Para tener equipos prósperos, necesitamos personas motivadas.

Nuestra visión:

• El artículo se centra en los milenios, que valoran más que el dinero, que el trabajo tenga un Propósito y sea significativo.
• Actualmente los milenios ya son 1/3 de los trabajadores y cada vez serán más, por lo que es importante que las empresas no sé centren tanto en los procesos sino en las personas.
• Conocer nuestra motivación intrínseca y traducirla a una propuesta de valor.
• Cuando te pagan por lo que eres, por lo que aportas, te pagan por tu propósito.
• La suma de propósitos particulares hacen un equipo transformacional, donde los propósitos se complementan y se suman en un propósito compartido real. 
• Cuando una empresa tiene claro qué aporta de valor al mundo (cuál es su propósito real) es posible alienarlos con los de las personas de la empresa y construirlo como eje vertebrador. 
• Un framework Agile, si se aplica correctamente (no como un proceso sino centrado en los equipos y su aportación de valor) crea un marco donde la motivación y el propósito pueden florecer.